Aprende a tomar decisiones de una manera más fácil
LA VIDA ES INFINITAMENTE MÁS SENCILLA CUANDO APRENDES A AGILIZAR TUS DECISIONES Y A SENTIRTE BIEN CON LO QUE HAS DECIDIDO.
Tomas decisiones desde que te levantas hasta que te acuestas. Por eso, casi seguro que esto te interesa.
Da igual que disfrutes tomando decisiones o que te cuesten tanto que acabes pasándole el marrón a otro. Que decidas súper rápido o que te eternices dándole vueltas a la cabeza.
Todo eso da igual porque vivir y decidir, son lo mismo.
¿Ciencias o letras?
¿Carne o pescado?
¿Descafeinado o normal?
¿Playa o montaña?
¿La camisa estampada o la lisa?
¿Me cambio de trabajo o me quedo como estoy?
¿Quiero tener otro hijo o me planto aquí?
Hasta cuando decides no tomar una decisión o postergarla, estás decidiendo.
Según Google, las personas tomamos una media de, no te lo pierdas, 35.000 decisiones... ¡al día!
No sé si te parecerá una exageración o demasiado pocas. Es difícil saberlo ya que la gran mayoría de ellas, son inconscientes (el 99,74%, según un estudio).
Vamos, que mientras tú estás tomándote una cerveza o de palique con una amiga, tu cerebro sigue ahí con el rucu rucu, tomando decisiones sin que te pispes.
Lo interesante del asunto no es el 99% que se te pasa por alto, sino ese 1% de decisiones de las que sí eres consciente.
Porque ahí quien está con el rucu rucu, eres tú.
Así que te des cuenta, son 100 decisiones al día, 4 por hora
Cualquier decisión supone un gasto de tiempo y de energía mental. Cansa.
Pero esto seguro que ya lo sabes porque lo experimentas en primera persona.
En cualquier caso, esto no es lo interesante.
Lo interesante del asunto es el otro factor.
El que hace que la pelota caiga hacia un lado de la red o hacia el otro.
El mecanismo que determina si has llegado a la decisión final, o que por el contrario sigas dándole vueltas y pierdas más tiempo:
TU SENSACIÓN AL TOMAR LA DECISIÓN.
Tu sensación al tomar la decisión es lo que decide el desempate.
Mira, déjame contarte una anécdota personal relacionada con esto.
Iban dos en una moto... (y no es un chiste)
Un sábado de hace años, Fer y yo íbamos en la moto de camino a un pueblo de Madrid. Él conducía y yo iba detrás de paquete.
La tarde anterior había hecho una sesión con una persona para trabajarme cosas mías a nivel personal. En esa sesión se me planteó una tesitura.
Un escenario que era muy bueno para mí pero que implicaba tomar acción. Es decir, tomar una decisión.
Una decisión importante, además.
Sabía que tenía que tomar esa decisión. Pero en ese momento la veía borrosa y muy lejos, lejísimos, como si fuera un puntito minúsculo flotando en el espacio.
Paradójicamente, verla así me pesaba mucho.
Ese puntito minúsculo era como un lastre que me provocaba una sensación de querer salir escopetada a esconderme debajo de la cama.
Yendo en la moto, de repente sentí como si la decisión apareciera claramente delante mía, mucho más cerca y real, envuelta en una luz blanca.
Empecé a sentirme más ligera, como si me hubiera liberado de una carga muy pesada que llevaba en los hombros.
Había tomado mi decisión y al hacerlo, me había quitado un peso de encima. Y eso que aún no había pasado a la acción.
Esa sensación de paz y satisfacción por la decisión tomada me acompañó el resto del día. Y ha seguido acompañándome hasta hoy, muchos años después.
La sensación (o su ausencia) que tengas cuando estás decidiendo es la que hace que:
Sigas dándole vueltas a una decisión.
Te imagines tropecientas mil opciones que hacen más difícil que te decidas.
Pierdas el tiempo (porque mientras te decides no pasas a la acción).
Le pases el marrón a otras personas y que decidan ellos por ti.
Acabes con la cabeza hecha un bombo y tal agotamiento mental que no hagas nada más.
Hagas y deshagas acciones, con el consiguiente gasto de tiempo y recursos.
Le acabes cogiendo miedo y manía a las decisiones.
Sientas una nebulosa en tu cabeza que no te deja pensar con claridad.
Postergues tus decisiones hasta el infinito como si fuera el chicle kilométrico de Boomer.
Decidas siempre deprisa y corriendo en el último minuto, con el estrés que eso supone.
Te consideres una persona indecisa.
Muchas personas alargan sus decisiones hasta el extremo, como el chicle kilométrico de Boomer
Fíjate hasta qué punto es importante la sensación asociada a las decisiones que sentirte mal por una decisión del pasado puede hacer que a día de hoy sigas machacándote, por muchos años que hayan pasado.
Si hubiera hecho, si hubiera sabido, si hubiera actuado de otra manera.
Tomar buenas decisiones es importante en la vida porque cada una determina tus próximos pasos.
Cada decisión, por pequeña que sea, determina tu dirección.
Ojo, por “buenas decisiones” no me refiero solo a tomar la decisión correcta. También me refiero a que suceden las siguientes cosas:
Ganas tiempo.
Disfrutas decidiendo.
Sientes que estás haciendo lo correcto.
Puedes avanzar con el resto de cosas y objetivos porque la decisión deja de ocupar espacio en tu cabeza.
Sientes que llevas las riendas de tu vida, que eres tú quien maneja la decisión y no al revés (fundamental esto para una buena autoestima).
Aprovechas mejor las oportunidades que te llegan.
Tomas nuevas acciones en función de la decisión ya tomada.
Sientes que tu vida avanza, que te pasan cosas interesantes.
Desde fuera se te percibe como una persona más segura de sí misma.
Te sientes con más confianza y seguridad en ti.
Saber tomar buenas decisiones es una de las habilidades que más agradezco tener en mi vida.
Es más, me pareció fascinante entender cómo el cerebro hace sus cuentas cuando tiene que decidir algo.
Ser consciente y tomar mejores decisiones es lo que me ha permitido asentarme en Bali, dedicarme a la profesión que me apasiona, y tener un negocio rentable con el que disfruto y me siento realizada.
Nadie tenemos vidas de color de rosa, pero lo que sí te puedo decir es que me gusta mi vida.
No ha habido golpes de suerte ni nadie me ha puesto una alfombra roja.
Lo que me ha traído hasta aquí son mis propias decisiones. Así, en filica, una detrás de otra.
A veces cocinadas a fuego bajito haciendo chof chof. Otras a fuego más fuerte debido a las circunstancias que había en ese momento.
Porque a todo esto, no nos olvidemos que la vida está llena de circunstancias que a veces controlamos y a veces no. Es más:
Mientras que las circunstancias son las que son, las decisiones nos dan ese margen de maniobra para decidir cómo queremos vivir una situación. O qué podemos hacer con ella.
Para ello, eso sí, tenemos que coger el toro por los cuernos y responsabilizarnos de nuestras propias decisiones.
Así que resumiendo, estos son los motivos por los que agradezco tener la habilidad de decidir mejor:
1) Siento que llevo las riendas de mi vida y eso me gusta. Claro que hay cosas que me gustaría que fueran de otra manera. Pero estoy donde estoy y hago lo que hago por decisión propia. Nada de la vida me ha arrastrado o me he dejado llevar por.... Eso no va conmigo.
2) Siento que dentro de todo lo que no depende de mí, tengo cierto margen para decidir cómo o hasta qué punto quiero que me afecte algo. Ejercer ese poder dentro de mi pequeño mundo me ayuda a tener una mayor sensación de control, y me hace bien.
Dicho esto, te cuento que he creado un curso sobre decisiones.
Un curso al grano para que tomes decisiones más fácilmente, sin agobio, y te sientas bien con lo que decides.
Cómo es "DECISIONES MÁS FÁCILES"
Es un curso de 78 hojas en formato pdf, ameno y fácil de leer.
Tiene un montón de fotos y ejemplos cotidianos explicados en texto y también de forma gráfica, para que veas más claros los líos mentales que te montas, y cómo desenredar la maraña para que acabes tomando una decisión satisfactoria de la que no te arrepientas después.
Lo tienes todo explicado paso por paso y muy visual, como si mirases por un agujerito lo que pasa en tu cabeza cuando decides.
Son 9 capítulos y al final de cada uno hay ejercicios para que practiques con tus propios ejemplos.
Al ser un curso en un documento pdf editable, no te hace falta imprimirlo si no quieres. Puedes escribir y hacer los ejercicios desde el propio ordenador (o el dispositivo que uses).
Junto con el curso te llevas también:
Dos masterclass del Campus de PNL sobre decisiones. Son dos vídeos de 15 minutos aproximadamente cada uno:
Intuición y decisiones.
Decisones y autoimagen: Lo que aprendí gracias a un cocktail.
Una sesión grupal en directo conmigo (+ grabación disponible) el domingo 18 de febrero, en la que resolveré las dudas que tengas y me puedas preguntar sobre alguna decisión que se te esté atragantando (te ayudaré a recolocar y a clarificar cosas en tu cabeza, en ningún caso la sesión es para aconsejar ni decirte qué haría yo en tu lugar, no va de eso).
El curso te servirá para cualquier tipo de decisión, sea grande o pequeña, personal o profesional.
La razón es sencilla:
En él aprenderás la estructura común a todas las decisiones. Las cuentas, como yo le llamo, que hace tu cabeza al decidir.
También te servirá para guiar a tus hijos o a cualquier persona (cliente, paciente) a que tomen mejores decisiones. A que piensen por ellos mismos y sean personas capaces y autosuficientes que se responsabilizan de sus propias decisiones.
Dicho esto, en el curso aprenderás, entre otras cosas:
Cómo dejar de culpabilizarte por malas decisiones del pasado y perderles el miedo a las decisiones en el presente. Es tan importante hacer las paces con tus decisiones pasadas que te cuento cómo hacerlo desde el Capítulo 1.
Una explicación sobre las decisiones que nada más leerla no vas a entender (y puede incluso que hasta te cabree), pero que cuando la entiendas lo que te sorprenderá no haberla oído antes (página 5).
La razón positiva que hay detrás de cada ojalá hubiera hecho, ojalá hubiera decidido. Tener en cuenta este enfoque tiene numerosos beneficios, entre ellos no machacarte tanto y tratarte mejor (página 8).
Las dos marchas que utiliza tu cerebro que intervienen cada vez que quieres ir al gimnasio o comer algo sano y terminas haciendo lo contrario. La clave de muchos autosabotajes, está aquí (Capítulo 3).
El principio fundamental que está detrás de cualquier decisión, sea comprarte un pantalón o invertir tu dinero en una casa. Tatúatelo en tu mente y empezarás a ganar tiempo y a quedarte bien con lo que decides (página 10).
La manera de dejar de imaginarte dieciocho mil opciones por cada decisión sin sentir que por decidir rápido, te estás precipitando. Mira, solo aplicando las 3 herramientas sacadas de un famoso programa de la tele que aprenderás en el Capítulo 4, sentirás que ha merecido la pena hacer este curso.
Si ya he tomado una decisión pero le sigo dando vueltas... a qué le estoy dando vueltas?La mayoría de las personas piensan que siguen decidiendo cuando en realidad lo están haciendo es otra cosa. Te lo cuento en el capítulo 4.
Por qué hay personas que compran lotería y otras no. Entender este aspecto concreto te ayudará a ser más tolerante con las decisiones de otras personas, aunque no estés de acuerdo con sus criterios (Capítulo 5).
4 preguntas para ganar objetividad con tus decisiones sin imaginarte consecuencias dramáticas (Capítulo 6)
De una boda íntima a un bodorrio de 300 invitados. Cuál es la pregunta que debes hacerte para fijar tu decisión y no acabar haciendo algo que no te habías propuesto (página 40).
Por qué nunca es buena idea proponerte tomar la decisión perfecta.
Siento que si elijo estoy renunciando al resto de opciones y entonces me no decido. El caso real de una alumna que empezó así y acabó avanzando más con sus objetivos en dos semanas que en los meses anteriores. Cómo lo hizo (es replicable), en el Capítulo 7.
Un dibujo en la página 58 que muestra dos formas de plantearte las decisiones (una pésima, la otra no), que no necesita explicación. Hasta tu hijo lo entenderá.
La falacia de pensar que tus emociones no te dejan decidir (página 69).
La manera más lógica de mejorar tu autoestima sin recurrir a frases moñas. Mira es sencillo: las personas con una buena autoestima, disfrutan tomando decisiones. Así llegué yo a Bali, tomando las mías.
Por ahí no vayas. Los 4 errores más comunes que la gente comete en sus decisiones. Cae en alguno de ellos y estarás metiendo más presión a la decisión, por mucho que tu intención sea buena (Capítulo 8).
Por qué una frase tan motivante como 'las decisiones determinan tu futuro' puede llegar a ser negativa. Te comparto la alternativa que uso para quitarle presión a mis decisiones y disfrutar decidiendo (página 75).
3 motivos por los que decides siempre en el último minuto. Sí, hay 3 explicaciones lógicas detrás. Descúbrelas y empieza a tomar decisiones con más tiempo, desde la calma y tranquilidad.
Decisiones más fáciles
Un curso para que dejes de eternizar tus decisiones y las tengas más claras, quedándote en paz con lo que has decidido.
Incluye:
Manual de 78 páginas en pdf editable.
2 masterclass sobre decisiones del Campus de PNL.
Sesión grupal en directo conmigo el domingo 18 de febrero + grabación.
Mi soporte SIN FECHA LÍMITE dentro de la plataforma.
Actualizaciones y acceso ilimitado de por vida.
QUIERO EL CURSO Y TODOS LOS BONUS
SI ESTÁS DANDO AL BOTÓN Y VES QUE NO HACE NADA...
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3 motivos por los que no logras tus objetivos, por mucho que te planifiques.
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En caso de que te interese, podrás acceder a mis cursos para incorporar las habilidades que necesites.
Preguntas frecuentes
Es un documento de 78 hojas en formato pdf. Está diseñado como si fuera una revista. Es fácil, ameno y atractivo de leer. Lo puedes imprimir o no. Tiene 9 capítulos y al final de cada uno hay ejercicios para que practiques y lleves lo aprendido a tus propias decisiones. Al ser un pdf editable puedes escribir las respuestas desde el mismo ordenador si quieres.
También incluye dos masterclass sobre decisiones del Campus de PNL y una sesión en directo conmigo para resolver dudas domingo 18 de febrero a las 10:00am (hora Madrid) (+grabación disponible).
Por email. En cuanto haces el pago te llega a tu correo un email de Hotmart (la plataforma donde se aloja el curso) con tu usuario y clave para acceder al curso. Si ya has hecho otros cursos en Hotmart, son las mismas claves. También recibes un email mío de bienvenida.
No. En el momento que compras el curso puedes descargar el material, por tanto, no es posible devolverlo. Si tienes alguna duda, puedes escribirme a [email protected] para que te asesore.
Por supuesto. Aunque en algunos programas (Constánciate, Motiva-Acción o el Campus de PNL) toco el tema de las decisiones, no tiene nada que ver a lo que encontrarás en Decisiones más fáciles.
Ten en cuenta que este curso está 100% enfocado a facilitarte tus decisiones, algo que en mis otros cursos veíamos solo de pasada.
La sesión en directo conmigo y con el resto de personas que compren el curso será el próximo domingo 18 de febrero a las 10:00am (hora Madrid).
Al ser en grupo es más enriquecedor ya que puedes aprender con las preguntas que planteen los compañeros y llevarte las respuestas a tu propio terreno.
Sí. Cuando le das al botón de comprar te llevará directamente al carrito de compra y por defecto te aparecerá el precio en la moneda de tu país.
Sí. Para ello, escríbeme a [email protected] y te paso los detalles para hacer la transferencia.
No te recomiendo el curso si lo que buscas es que otra persona, en este caso yo, te dé consejos o te diga qué decidir en tu caso. Para eso seguro que ya tienes muchos grupos de WhatsApp con la familia y amigos que te aconsejarán y te dirán qué hacer sin que ni siquiera les preguntes.
Este es un curso donde te enseño a pensar por ti, a decidir por ti, para que te cueste menos tomar decisiones y te sientas bien con lo que decides.
¿Razones para ello? Te sientes más autosuficiente y capaz, llevas las riendas de tu vida en vez de dejarte arrastrar por otras personas o las circunstancias, te priorizas, mejora tu autoestima... En fin, que no tiene nada que ver una cosa con otra. Porque vivir y decidir, es lo mismo.
ESTO ES LO QUE DICEN LAS PERSONAS QUE YA LO HAN HECHO:
María Hernández
ANTES
“No era capaz de tomar una decisión (aunque fuera pequeña) sin pensar en todas las opciones de forma ansiosa, y sobre todo, aceptar esa decisión. Eso me hacía procrastinar, no tomar ninguna decisión (mi mecanismo de defensa era desconectar y dejar que los otros lo hicieran, o las tomaba con ansiedad en el último momento), y luego estaba todo el tiempo dándole vueltas y torturándome por pensar que me había equivocado.”
DESPUÉS
“ENTENDERME!!! entender todo el trabajo que mi cerebro hace comparando y porqué me siento tan agotada. Dejar de sentirme tonta por no ser capaz de decidir cosas sencillas. El curso me ha ayudado a identificar patrones y sobre todo a ponerlos en práctica. Me he sentido tan empoderada al aplicar las preguntas claves y tomar decisiones sin ansiedad en estos días.”
Cristina Blay
ANTES
“Perdía demasiado tiempo dándole vueltas a todas las opciones posibles antes de decidir (perfeccionismo), y en algún caso arrepentimiento a posteriori por no haber tomado la que ahora creo que es la mejor decisión posible.”
DESPUÉS
“Me ha ayudado mucho para quedarme más tranquila con mis decisiones, entendiendo que […] y no tiene sentido culparme. También me he dado cuenta del tiempo que he pasado a veces justificando decisiones ya tomadas, creo que ahora lo detectaré al momento y dedicaré ese tiempo a cosas más productivas :P También me ha sido muy útil comprender cómo se hace la toma de decisiones, cómo puedo controlar el perfeccionismo y cómo puedo mejorar en la medida de lo posible mi toma de decisiones. Me llevo muchas claves prácticas que creo que repasaré cada vez que tenga que tomar una decisión importante hasta que lo integre.”
Pilar Herraez
ANTES
“Me daba miedo arrepentirme de mis decisiones porque ya llevaba una mochila por este tema: cosas que no decidí en el pasado y que me pesaban.”
DESPUÉS
“Me ha ayudado a empezar a reconciliarme con las decisiones del pasado y a entender a mi mente en lugar de a culparme más por lo que hice o no hice. Me ha aclarado puntos importantes sobre los que tomar mi decisión. Este curso te da unas pautas muy claras para pasar de darle vueltas a algo a tener un mapa que te guía en los puntos importantes para tomarla.”
Itxaso Benítez
ANTES
“Creía que no sabía tomar decisiones.”
DESPUÉS
“Me he liberado de la idea poco racional y poco realista que tenía de mi proceso de toma de decisiones. Es como si se hubiera caído el personaje que me había creado en la cabeza, nada que ver con la realidad. Me ha dado claridad a la hora de saber hacia dónde me quiero dirigir. He decidido qué quiero y qué no. Sobre todo en lo profesional, aunque también ha influido en lo personal.”
Decisiones más fáciles
Un curso para que dejes de eternizar tus decisiones y las tengas más claras, quedándote en paz con lo que has decidido.
Incluye:
Manual de 78 páginas en pdf editable.
2 masterclass sobre decisiones del Campus de PNL.
Sesión grupal en directo conmigo el domingo 18 de febrero + grabación.
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3 motivos por los que no logras tus objetivos, por mucho que te planifiques.
Dos días a la semana, mando a mis suscriptores un correo con contenido práctico y aplicable a su mentalidad y objetivos.
En caso de que te interese, podrás acceder a mis cursos para incorporar las habilidades que necesites.
Las personas que ya han hecho 'Decisiones más fáciles' lo recomiendan porque...
La inversion (dinero, tiempo) es muy pequena para los grandes beneficios que da el curso.
Porque ayuda mucho a conocer los procesos mentales involucrados en la toma de decisiones.
Es un tema muy interesante que puede ayudar a muchas personas. Yo normalmente nunca he tenido problemas para decidir (más bien soy impulsiva y decido pronto) pero conozco muchas personas que tardan siglos en decidirse para luego arrepentirse de la decisión, o cambian muchas veces de decisión, y la verdad es que debe ser agotador estar todo el día así.
No solo cumple el titulo que promete de mejorar las decisiones, sino que da muchas herramientas prácticas para entender las decisiones que tomamos y economizar el tiempo de las decisiones y quedarse tranquila sin darle vueltas a lo elegido.
Porque entender cómo hacemos las cosas creo que es necesario en la vida. Solo podemos mejorar aquello que medimos, aquello que sabemos cómo hacemos y muchas cosas las hacemos en piloto automático... Decidir es algo que hacemos a diario y saber cómo lo hacemos, cómo podemos mejorarlo y cómo quedarnos en paz con las decisiones tomadas da mucha tranquilidad.
Porque da unas pautas muy claras para pasar de darle vueltas a algo a tener un mapa que te guía en los puntos importantes para tomarla.
Porque es muy útil a la hora de no eternizar una decisión, ya que vas a la raíz y explicas con claridad el mecanismo que hay detrás. Una vez entiendo cómo hago algo, me es mucho más fácil observarlo con más cariño y compasión y poder cambiarlo si es que me está limitando.
¿Qué es lo que más destacarías del curso?
Es muy sencillo, de facil lectura, entretenido y potente a la vez. Destacaria lo practico que es, a veces no es necesario escribir 200 paginas o hacer horas de video para ensenar algo. Y sobre todo, lo facil que explicas conceptos que no son faciles de entender.
Los ejemplos clarificadores, muy en tu línea.
Me encanta la forma de redacción del curso, tan ameno, en lenguaje tan cercano... Además, se lee muy fácil. Yo no lo leí del tirón porque tuve una interrupción pero en tres ratitos lo he leído y me ha resultado muy cómodo. Todo el curso está condensado en esas páginas y se extrae ideas de todo el conjunto.
Lo práctico que es. Los ejemplos y las diapositivas que me ayudan mucho a entenderlo.
Está todo muy bien explicado y con ejemplos útiles. Creo que es claro, conciso y me ha resultado ameno.
Que has sabido sintetizar, vas al grano pero a la vez das información práctica y útil.
La frescura y la facilidad de lectura. Además es muy aplicable porque los ejemplos son muy del día a día.
Decisiones más fáciles
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Todo lo que quieres lograr está en tu mente. Y lo que te lo impide, también.
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