Esa transición es la más difícil pero es la más rentable. En el 2002 abrí mi primera empresa habiendo tomado una decisión muy difícil.
En aquella época había terminado COU. Durante los exámenes finales, un día estaba en un banco sentado con otros dos amigos. Nos lo jugábamos todo en selectividad.
Entonces dije: «a ver, voy a hacer unos exámenes y después voy a pasarme 5 años en la universidad, suponiendo que lo apruebo todo a la primera. Después me enfrentaré al mundo laboral pero como no tendré experiencia estaré cobrando muy poco. Por tanto tendré que hacer un Máster y eso será 1 o 2 años más para cobrar lo que yo quiero».
Me entró tal agobio que me fui a casa. Entré en mi casa lanzando esa bomba y mi madre explotó, me lanzó palabras en griego que nunca había escuchado. Después se lo dije a mi padre.
Le dije que no me veía estudiando algo 5 años que tampoco me motivaba, más luego hacer un Máster, entrando en el mercado laboral, trabajando para otro, cobrando mal y sin sentirme realizado.
Lo que a mí me venía a la cabeza estando sentado en ese banco era: «en 5 años construyo mi imperio mientras mis compañeros todavía están estudiando, donde yo tengo un negocio, donde soy el responsable de mi tiempo, de mis resultados y dueño de mis horas».
Entonces mi padre me dijo que tenía que emprender algo.
Así que decidí hacer un módulo formativo de administración y finanzas. Quería algo práctico que me sirviera para abrir una empresa.
Cuando terminé las prácticas constituí mi primera empresa. Era mayo del 2002 y todavía no sabía qué iba a vender.
En agosto de ese año nos íbamos a Alemania a ver a mi abuela. Me dije: «tengo que vender algo por lo que sienta pasión, que me guste y que haya un mercado para ello».
A mí siempre me ha gustado abrir los ordenadores, todo lo relacionado con la electrónica, y sobre todo la parte de los altavoces. Decidí que quería importar altavoces para coches.
Investigué el mercado, vi que había mucha demanda y muchas marcas. Encontré una fábrica en Alemania que fabricaba sus propios altavoces. Resultó que la empresa estaba a 10 minutos en coche de donde vivía mi abuela.
Llegamos y resulta que no había nadie salvo una persona, el dueño de la empresa. Les dije que quería ser su distribuidor en España.
Me dijo que ya había alguien en España que les representaba, pero que estaba en Canarias. Entonces le propuse que me dejara 3 meses de prueba para ser el distribuidor de su marca en la península.
Pedí a mi padre 5000€ para el primer estocaje. En esos tres meses me recorrí toda España.
Y el resultado fue desastroso.
Entonces me dije: «a ver, tengo un producto bueno, yo tengo ganas y tengo público’. Aquí algo falla. Tengo que ser yo».
El problema era que no sabía cerrar una venta. Así que me puse a aprender técnicas de venta y marketing.
Tenía que pensar en el resultado final deseado. Entendía que los chavales querían fardar, tener el coche que mejor sonaba, ganar competiciones y me centré en ayudar a toda esa gente.
Después de 6 meses, el negocio se disparó tanto que dos años después la persona que era distribuidor mía en Valencia se quería quedar la distribución de la marca para España y Portugal.
Vendí esa distribución. Tenía suficiente dinero como para subsistir tres años y me dije: «ahora voy a aplicar lo que he aprendido en el mundo offline al online».
Creé mi primera tienda online en E-bay. Fuimos best seller en una categoría concreta, dimos formación en E-bay.
La clave es aprender dos cosas sumamente importantes: marketing y ventas. Si las dominas, puedes llegar a cualquier sitio.
Hola, muy buena entrevista! Son muy interesantes las ideas expuestas y me siento bastante identificado porque tengo mi propio negocio y he pasado por todo ese proceso. Pero tuve que llenarme de determinación y tomar riesgos para lograr mis objetivos y mejorar mi situación financiera. Además, es importante cambiar tu visión y perspectiva de las cosas para poder innovar y que así tu negocio pueda destacar con creces. En mi opinión, rescato el hecho de que hay que saber cómo sacarle el máximo provecho a cada oportunidad que se te presente, ya sea en los negocios o en cualquier aspecto… Read more »
Hola Matías! muchas gracias por tu comentario. Me alegro que te hayas sentido identificado. Es que efectivamente, el cambio de mentalidad es el más importante (y el que más cuesta!) a la hora de emprender. Saber cómo sacarle el máximo partido a cada oportunidad es uno de los retos más importantes. Y del resultado de ello, dependerá en buena parte el rumbo de nuestro negocio (y cuánto disfrutemos de ello). Un saludo y gracias de nuevo! 🙂