¿Sabes qué es lo la mayoría de personas contestan cuando les preguntas qué es lo que más odian de septiembre?
«Volver a la rutina».
De hecho, llevo escuchando la misma respuesta estas últimas semanas: No bueno, lo que más pereza me da es volver a la rutina de nuevo, con lo bien que se está de vacaciones…
Que se está muy bien en modo veraneo no te lo voy a discutir (estás leyendo a una verdadera fan del verano).
Ahora bien, que te guste estar de vacaciones no quita para que vivas la vuelta a la rutina como un auténtico suplicio. Una especie de calvario por el que tengas que pasar año tras año, siempre de la misma forma.
Así que si el problema principal parece ser la rutina, déjame desmitificarte en este post algunas ideas que se cuentan sobre ella.
Quiero que le demos un buen lavado de cara. Quiero ayudarte a volver de tus vacaciones y reengancharte a tus quehaceres de la mejor forma posible porque, ¿sabes qué?
Que todo se puede mejorar. Siempre.
Y la rutina no es ninguna excepción.
¿Qué es la rutina?
La rutina es una costumbre o un hábito que se adquiere al repetir una misma tarea o actividad muchas veces. En esto creo que podemos estar de acuerdo.
Ahora bien, a partir de ahí, todas las etiquetas que le quieras poner serán solo eso: etiquetas y juicios de valor.
Porque, no me negarás que la rutina tiene una fama malísima:
- aburre a cualquiera
- un tostón
- a quién le gusta la rutina…
- un rollo
- pffff…
Déjame hacerte una pregunta:
¿Llamas solo rutina a aquellas cosas que te parecen aburridas y tediosas? o dicho en otras palabras: ¿verdad que no te parecen una rutina aquellas cosas que haces a diario que te gustan y te hacen sentir bien?
Porque si fuera así, entonces la vuelta de las vacaciones no sería un suplicio, sino algo que llevarías a cabo con ganas e ilusión.
Ahora, déjame hablarte de un aspecto sobre la rutina en el que quizás no habías reparado hasta ahora.
La rutina es una especie de ahorro de energía
La rutina no siempre ha sido rutina.
Es decir, algún día empezaste a hacer algo, levantarte a las 7:15 de la mañana para ir a trabajar, por ejemplo. Y de repetirlo cada día, se convirtió en un hábito.
¿Por qué?
Piénsalo. La rutina cumple una función, te es útil.
Hacer algo de forma mecánica y repetida le da sensación de seguridad a tu cerebro. Sientes que tú eso ya lo controlas, que sabes cómo hacerlo. Al hacerlo de forma inconsciente, puedes ‘reservar’ esa energía y utilizarla en otras cosas que sí te requieren un esfuerzo consciente.
Es como el modo ahorro de energía de los móviles.
Y es así precisamente donde reside el problema, o la confusión como yo prefiero llamarlo. Porque al no ser consciente de cómo estas haciendo algo, tampoco eres consciente de cómo mejorarlo. O lo peor de todo: piensas que no se puede cambiar en absoluto.
Mito a la vista: no se puede cambiar
La rutina no es algo fijo y estático. No es un trozo de cemento pegado al suelo. Es un conjunto de acciones que repites con regularidad.
Es un hábito y como tal lo puedes ajustar y modificar, igual que cambiarías el hábito de comer ciertos alimentos porque tu médico te ha recomendado comer más sano: no dejas de comer, sino que cambias la forma de comer.
Pasos para hacer la rutina más disfrutable
1. Fíjate en tus rutinas y divídelas en pasos
Te propongo este ejercicio: piensa en el principio de tu día y escanea la secuencia de pasos que haces desde que te levantas hasta que te vas a trabajar, por ejemplo. Si ya solo de pensarlo tienes una sensación negativa que te echa para atrás, eso te indica que tienes que revisar algo. Hay un punto, mínimo, que mejorar.
2. Modifica la forma de realizar alguno de esos pasos
Recuerda que de lo que te estoy hablando aquí no es de cargarte una acción (o sí, si tú así lo consideras), sino de cambiar y mejorar la forma de hacerla.
Utiliza tu imaginación y la forma en la que te representas las cosas. Si te levantas pensando en el atasco que te espera, en la cara de tu jefe y en todas las cosas que no te gustan del día, mal empezamos.
Pero si al levantarte te pones una canción que te anime, piensas en un pequeño objetivo para hoy y te imaginas lo bien que te sentirás al cumplirlo, seguramente tu sensación sea bien distinta a la de antes.
Explora cómo podrías hacer esas mismas acciones pero con otra predisposición.
3. Pon la estadística a tu favor
Porque pruebes a cambiar la forma de hacer una tarea un día y no te salga, no es razón suficiente para tirar la toalla y ni mucho menos para decir: «ya lo he intentado y nada». Estamos hablando de modificar un hábito, por tanto no pienses que con practicar un día ya es suficiente.
Pon la estadística a tu favor: inténtalo el suficientemente número de veces.
Inténtalo de distintas formas. Pero sobre todo no caigas en la trampa de decirte como ya lo has intentado una vez y no funciona, no hay nada que hacer.
En resumen
La rutina es necesaria para que puedas ahorrar tiempo y energía.
¿Te imaginas que los transportes públicos funcionaran sin horarios?
Tendrías que llegar a la estación con mucha antelación, nadie te podría decir cuándo llega el próximo tren y no sabrías a qué hora llegarías a tu destino. Sería un caos.
Pues con las rutinas sucede lo mismo.
Necesitas automatizar ciertas tareas para que tu cerebro ahorre energía. Pero eso no quiere decir que no las puedas cambiar.
El truco está en seguir haciendo las mismas tareas que ya haces de forma inconsciente, pero siendo consciente de que las puedes modificar para que te sea más motivante hacerlas.
Y ahora te toca a ti:
¿Qué te ha parecido el post??
Muy bueno el post, como siempre!
Voy a intentar aplicarlo, rutina positiva! A la pregunta lanzada…es difícil, pero me la haré para ver si encuentro respuestas!
Gracias Patri!
Hola Katy!
gracias por contestar, me hace mucha ilusión que te haya gustado y sobre todo, que lo pongas en práctica. Y en cuanto a la pregunta, sin duda, háztela las veces que sea necesario. Precisamente cambiando pequeñas cosas de la rutina de uno pueden empezar a cambiar otras muchas y más grandes.
Un abrazo!
Mil gracias
Como bien dices la rutina es necesaria, la monotonía no.
Optimicemos nuestras rutinas!!
Gracias gracias gracias
Hola!
muchísimas gracias por tu comentario. Me llena de alegría ver que te ha gustado el post y que te ha calado el mensaje. Como tú dices, la rutina se puede optimizar a tu favor. Así que a diseñarla de la mejor forma para que te sea lo más útil posible.
Un abrazo grande!
Las rutinas las creamos nosotros,a mi me dan serenidad,como dice Neu es la monotonía la que nos invade a veces,voy a cambiar la monotonía por politonia,así podré elegir el color de cada día !!!
Gracias por la reflexión
Hola Eva!
jeje, muy bueno eso que dices de la politonia. La verdad es que no nos damos cuenta de la cantidad de cosas que podemos hacer para empezar a sentirnos mejor y hacer de nuestros días, días más alegres y distintos. Aún teniendo las mismas rutinas, si cambiamos el chip, podremos empezar a vivir más ilusionados y motivados, no crees?
Un besito!
Hola Patricia,
enhorabuena por el post. También creo que la rutina es necesaria en la vida, y para no caer en la monotonía, ir variándola poco a poco. A veces pequeñas variaciones o incentivos en ella te hacen verla de otra manera.
Un abrazo,
Isra
Hola Israel,
muchas gracias por tu comentario. Efectivamente, lo pequeño tiene más peso de lo que pensamos. Nos comemos la cabeza pensando en grandes cambios, mientras que las pequeñas variaciones pueden tener un efecto muy grande.
Un saludo!
Hola Patricia
Es un artículo genial para mí en este mismo momento.
También me gustaría compartir algo que llevo realizando durante dos meses para levantarme de la cama
Cuando suena mi despertador, me levanto enciendo la luz de mi dormitorio y apago el despertador. Después me vuelvo a meter en la cama entre 5-10 minutos respirando profundo.
Al realizar esta acción me ayuda empezar el día más relajado
Hola Francisco! muchas gracias por comentar y me alegro un montón que te haya servido el artículo 🙂 y gracias por esa práctica que compartes, suena un poco como a mindfulness, está genial. Desde luego no hay cosa más horrible que empezar el día con estrés y ya corriendo, así que estupendo lo que planteas. Un saludo!