Tenía muchas ganas de escribir esta entrada sobre el hábito de preguntarte cómo. Ese ‘cómo’ define bastante lo que caracteriza a Aprendízate, aquello en lo que hago incapié y que repito hasta la saciedad en los cursos que he dado.
Me empiezo a explicar. Creo que vivimos en una sociedad donde la mayoría de las respuestas están marcadas por el qué. «¿Qué tengo que hacer para tener más éxito?» «Pensar como si ya lo tuvieras». «¿Qué tengo que hacer para mejorar mi autoestima?» «Aceptarte como eres». «¿Qué tengo que hacer para triunfar en mi profesión?» «Ser el mejor y perseverar».
Vale, todo eso está fenomenal. Tiene sentido pensar que queriéndote más conseguirás potenciar tu autoestima, o que si perseveras conseguirás ser mejor y tendrás más probabilidades de tener éxito.
Ahora mi pregunta es la siguiente: ¿cómo leches se hace todo eso?
La tiranía de los qués
Una de las primeras cosas de dijo mi profesor cuando me estaba formado en PNL fue que «la PNL da cómos». Si lees bien la información que hay en todo el blog de Aprendízate te darás cuenta de la cantidad de veces que aparece la palabra cómo.
Lo admito: soy muy fan de esta palabra. Me ha abierto la mente y como consecuencia, también ha cambiado mi vida.
Ahora te voy a pedir que pienses en la cantidad de veces que escuchas o lees ‘cómos’ en otras publicaciones, o en los famosos posts tipo 6 claves prácticas para ser feliz. No verás ni un triste cómo y sin embargo estarán plagaditos de cosas que tienes que hacer si quieres conseguir eso o convertirte en lo otro.
Queda muy bonito decirle a alguien que para estar motivado «tiene que hacer lo que sabe que tiene que hacer», o que «se tiene que querer más, ser menos duro con él mismo». Aha, todo eso está perfecto señores maestros; ¿pero cómo se hace eso? ¿Cómo puedo empezar a pensar mejor para quererme más? ¿Cómo sabré que lo estoy haciendo bien? ¿Cómo sabré qué es lo que debo sentir para saber que voy por el buen camino?
Cuando planteo muchos de esos cómos en las charlas y conferencias que doy por Madrid, muy a menudo ocurre lo mismo: es algo muy sutil, casi imperceptible para algunos, pero cuando planteo el tema de la tiranía de los porqués y la falta de cómos, casi siempre observo los mismos síntomas. Cabezas que asienten, hombros más relajados, y hasta pequeños ruiditos afirmando que, efectivamente, muchas veces los qués están muy bien, pero que lo que las personas necesitamos son más ‘cómos’.
Si no me crees o piensas que exagero, te invito a que le digas a alguien que lleva un tiempo desmotivado lo que tiene que hacer para motivarse. Ya me lo puedo imaginar: «sí, hombre, sal más. Anímate, haz cosas que te gusten, ponte delante del espejo y grita me encanta mi vida». Seguramente esa persona te mirará y te dirá algo como «muy bien listillo… ahora dime cómo se hace eso.»
Adquiere el hábito de preguntarte cómo
Yo siempre explico que para mí el qué es el objetivo final, aquello que quiero conseguir. El cómo es el camino, la manera en la que lo voy a lograr, cómo me voy a acercar a ese objetivo. Habla del progreso y del aprendizaje. El cómo te obliga a pensar, te abre posibilidades y nuevas interpretaciones para pensar sobre una misma cosa.
¿Cómo podría yo hacer para conseguir esto?
¿Cómo podría pensar sobre mis resultados de forma que me estimule a mí mismo?
¿Cómo podría hacer mejor lo que ya hago bien?
¿Cómo podría?
¿Cómo?
Afirmamos mucho y nos cuestionamos poco
Afirmamos mucho y nos cuestionamos muy poco. Esto tiene que ver con nuestras creencias y con el hecho de que al cerebro no le gusta la incertidumbre. Necesitamos estar seguros, tener certeza sobre lo que va a pasar si decidimos hacer A o si decidimos hacer hacer B.
Pero si quieres mejorar la calidad de tus pensamientos, si quieres mejorar tu nivel de autoestima, de motivación o la receta de la paella valenciana que te dio tu vecina, tarde o temprano tendrás que cuestionarte cómo puedes hacer para mejorar ese aspecto y empezar a contemplar nuevas posibilidades que antes no veías. Tarde o temprano irás viendo las ventajas de aprender y adquirir el hábito de preguntarte cómo lograr aquello que quieres.
Por qué la PNL funciona tan bien en el aprendizaje
El logro de la PNL y el motivo por el que funciona tan bien en las personas es porque nos ayuda a pensar mejor. La PNL plantea cómos, ayuda a generar cómos.
Ayuda a que las personas nos demos cuenta de cómo estamos pensando sobre algo y cómo nos estamos sintiendo para poder cambiar los pensamientos que no nos funcionan por otros más prácticos.
Richard Bandler, el co-creador de la PNL suele decir aquello de que «no puedes influir lo que no puedes ver».
Es decir, no puedes cambiar aquello de lo que no eres consciente, aquello que ignoras, que no ves.
El ejemplo de la tarta de queso
Te voy a poner un ejemplo muy tonto. Imagínate que pruebas la tarta de queso de tu hermana y resulta que te encanta. Es la mejor tarta de queso que has probado y quieres la receta para hacerla tú en casa. Se la pides a tu hermana y te dice que ya no la tiene, y que como la ha hecho tantas veces ahora echa los ingredientes a ojo. Como tú insistes en que quieres la receta… ¿qué crees que hará ella la próxima vez que haga la tarta? Exacto. Que la hará prestando atención a las cantidades que pone, a los tiempos de cocinado, a las proporciones, al orden en el que echa los ingredientes. Hará la tarta prestando atención a cómo la está haciendo para después poder explicártelo a ti y darte la receta.
Todo esto en el fondo no es más que una cuestión de lógica que tiene que ver con el aprendizaje. Si no eres consciente de cómo haces algo, será muy difícil que se lo puedas explicar a los demás. Si no eres consciente de que estás haciendo algo mal, no podrás arreglarlo y mejorarlo. Si no eres consciente de cómo haces lo que haces bien, no sabrás trasladar esa habilidad a otras actividades de tu vida que se puedan beneficiar de esa efectividad.
En los procesos de motivación o de aprendizaje en general, los qués son muy importantes, pero pueden no ser suficientes. Si fuese así de simple, tú podrías replicar la tarta de tu hermana con solo saber qué lleva.
Plantearte el camino que quieres seguir hacia tu objetivo y poner tu foco en cómo lo vas a lograr es lo que te va a permitir ser más perseverante, tener más claridad a la hora pensar qué puede salir bien, qué obstáculos te puedes encontrar en el proceso, o cómo vas a conseguir acercarte a tu meta. Adquirir el hábito de preguntarte cómo en cada uno de los aspectos y metas de tu vida te va a aportar una información súper valiosa que no conseguirás preguntándote sólo qué quieres conseguir.
Así que la próxima vez que leas algún artículo o publicación del tipo «qué tienes que hacer para conseguir/lograr/estar…», empieza a hacer un buen uso de tu cerebro y empieza a plantearte los cómos que faltan… y que te funcionarían a ti.
Cierto!!! Cuantísimas veces habré leído una lista de las que comentas y me habré preguntado lo mismo… El caso es que cada vez que las he visto he pensado en que ya podrían decir cómo hacer esto o lo otro, porque yo, por más vueltas que le doy, me quedo estancada sin respuesta.
Estoy pensando en apuntarme a un curso básico de PNL, a ver si me ayuda y me conozco mejor.
Gracias, Patricia!
Hola Sandra! perdona por no responder antes, llevo unos días acordándome de ti, no creas 😉 qué bien lo de la PNL! Peeero, cuidado, que hay mucha gente que la explica y no se ha enterado de nada (no es coña…). Si quieres, te mando un email a finales de semana y te indico un poco (además creo que tenemos unas dudas pendientes 🙂 un besote!